viernes, 13 de octubre de 2017

Antibelleza

Escorporal expone aquí su anticanon de belleza femenina, extraído de la novela Videojugarse la vida:

La que por parecer mona
y pasar por monosabio, 
se rellena cada labio 
con savia de silicona, 
y sus labios de papiona 
no le caben ya en la jeta, 
no me peta.

Mas la que busca al doctor
para que le deje el rostro 
más chupado que calostro, 
más tirante que tambor,
¡vótox a Dios que su amor, 
por muy bien que lo reimprima, 
me da grima!

La que ante el espejo torna 
su cara, a puro graffiti, 
de momia de Nefertiti 
en payasa untada en sorna, 
y más que hurí que se adorna, 
es Velázquez con paleta,
no me peta.

Pero la joven que horada 
con aros no ya su oreja, 
sino nariz, lengua y ceja, 
tiene un aire de enganchada 
que no sólo no me agrada, 
¡santo Dios!, sino que encima 
me da grima.

La que lleva el pantalón 
por bajo la rabadilla 
y, usándolo de mirilla 
para su ojito peón, 
no nos cobra comisión 
por meterle la tarjeta, 
no me peta.


Pero la que es tan salvaje 
que asa a usanza de Samoa 
su piel a la barbacoa 
con diez metros de tatuaje, 
perdóneme que me raje 
si, al quererse hacer mi prima, 
me da grima.



4 comentarios:

  1. Que bueno. Hacía tiempo que lo leí.Es bueno recordar momentos.

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    1. Como que fuiste uno de los primerísimos en leerlo. ¡Muchas gracias!

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  2. A ver si se pone de moda la naturalidad desartificiada.

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